Hoy en día se habla mucho de la NBA, de los jugadores (tanto europeos como sudamericanos) que llegan a integrar los planteles de algún equipo de la liga más importante del mundo.
Pero, como toda liga, tiene su respectivo logotipo y pocos conocen la historia de la “famosa silueta” que conforma el de la National Basketball Association.
La tradicional figura corresponde a Jerry Alan West, quien nació el 28 de mayo de 1938 en Chelyan, West Virginia y se destacó en las décadas de los ´60 y ´70.
Como jugador, comenzó en la Universidad de West Virginia entre 1956 y 1960, donde promedió 24,8 puntos y 13,3 rebotes por encuentro, lo que llevó a Los Ángeles Lakers elegirlo en la segunda posición de la primera ronda del draft.
El equipo angelino fue el único en toda su carrera profesional, con el que disputó 9 finales de la NBA, aunque sólo consiguió un título, en 1972, siendo el mejor pasador de la liga con 9,7 por encuentro. Durante su carrera promedió 27 puntos, 6,7 asistencias y 5,8 rebote por partido.
Disputó 13 veces los All Star Games, fue incluido 4 veces en el mejor quinteto defensivo de toda la liga (hasta su novena temporada este reconocimiento no existía) y 10 veces en el mejor quinteto de la NBA.
Integró los planteles de la Selección de Estados Unidos, ganando los Juegos Panamericanos en 1959 y las Olimpíadas de Roma en 1960.
En 1980 fue incluido en el Salón de la Fama (en el que están también jugadores como Michael Jordan, Magic Jonson, Larry Bird, Karrem Abdul Jabbar y Wilt Chamberlain, entre otros) y en 1996, fue elegido uno de los 50 mejores jugadores de la historia de la NBA.
Lamentablemente en 1974, se retiró como jugador profesional (llegó a ser técnico y hoy en día es el presidente de Memphis Grizzlies), dejando en la retina el magistral juego de uno de los mejores bases de toda la historia.
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