Con el resultado puesto y el objetivo de haber conseguido un lugar en Beijing 2008 cumplido, en "A PURO BÁSQUET" analizamos las actuaciones de cada uno de los jugadores de la Selección Argentina.
Luis Scola: nombrado MVP del torneo, con sobrados méritos, fue el mejor de Argentina y por momentos el único que sobresalía en un equipo que apostó al juego en conjuntos. Sus amagues, juego de piernas y determinación fueron imparables para los pivots rivales. Fue el 2º goleador del torneo con 19,5 puntos por partido y 4º en rebotes con 7,5.
Pablo Prigioni: el mejor base del torneo, siendo líder en asistencias y 2º (detrás de Delfino) en robos de balón. Manejó los tiempos del equipo con criterio y condujo muy bien a la Argentina. Es lo que se esperaba de él ante la ausencia de "Pepe" Sánchez.
Román González: fundamental en este grupo, aportando defensa, corazón y ayudando en la ofensiva a Scola, para quitarle marcas. También fue confiable cuando le llegaba la pelota a la pintura, jugando el uno contra uno o siendo un jugador más para la rotación de la pelota.
Diego Logrippo: determinante cada vez que le tocó entrar. Creando sus propias situaciones de gol e ingeniárselas para jugar en la pintura a pesar de su baja estatura. Clave en el triunfo ante Panamá en la Primera Fase del torneo. Cumplió un gran papel.
Juan Gutiérrez: el que menos jugó del plantel pero cuando le tocó hacerlo, cumplió con mucha defensa, entrega y determinación.
Antonio Porta: base fiable en la conducción, dándole descanso a Prigioni. Tal vez, por momentos, se lo notó pasado de revoluciones e incluso jugarse la individual antes que armar la ofensiva pero dio muchos resultados estando en cancha formando doble base con Prigioni.
Carlos Delfino: cumplió, aunque se esperaba mucho más en cuanto a liderazgo y determinación en la ofensiva. No tuvo buenos porcentajes en sus lanzamientos, parte producto de la buena defensa y parte también por la mala selección de tiro pero pudo reemplezarlo por mucha defensa, siendo el líder de robos del torneo, y creando situaciones de gol para sus compañeros.
Martín Leiva: otro que jugó poco, pero que cuando lo hizo demostró temperamento, determinación y gran defensa, sobre todo jugando contra Estados Unidos en el partido que cerró la Segunda Fase.
Leonardo Gutiérrez: importantísimo en este grupo por liderazgo y emblema de la Selección pero que en este torneo cumplió un papel protagónico en cuanto a ofensiva y defensiva, imponiendo respeto sobre sus defensas y siendo sumamente certero con su tiro exterior (42% en T3).
Paolo Quinteros: el tirador del equipo, el 6º hombre que aportó muchísimas soluciones con su tiro desde los 6m25 pero que le sumó defensa, entrega y variantes al juego de Argentina. Su 42,9 % lo abalan.
Matías Sandes: decisivo a la hora de defender, alternando la titularidad con Kammerichs en el puesto de alero. No desentonó cuando se enfrentó con grandes jugadores como Lebrom James o Leandro Barbosa. Posiblemente se esperaba más protagonismo ofensivo aunque en semis contra Brasil, arrancó derecho con el aro para encaminar al equipo.
Federico Kammerichs: mucho corazón y hambre de minutos de juego. Lo mejor del "Yacaré" se vio contra Brasil en semifinales, aportando rebotes, tapones asombrosos y mucha entrega. Su deficit sigue siendo su tiro exterior pero aportó muchísimo desde el banco de suplentes.
Sergio Hernández (DT): el "Oveja", muy cuestionado en la previa del torneo, puede quedarse tranquilo porque hizo un trabajo formidable, acertando en los cambios y en el trabajo pos partido para corregir errores. Gran torneo y motivador, para sacarle el jugo a cada uno de los jugadores. Posiblemente y para tener en cuenta, habría que hacer mucho incapíe en el aspecto defensivo.
Luis Scola: nombrado MVP del torneo, con sobrados méritos, fue el mejor de Argentina y por momentos el único que sobresalía en un equipo que apostó al juego en conjuntos. Sus amagues, juego de piernas y determinación fueron imparables para los pivots rivales. Fue el 2º goleador del torneo con 19,5 puntos por partido y 4º en rebotes con 7,5.
Pablo Prigioni: el mejor base del torneo, siendo líder en asistencias y 2º (detrás de Delfino) en robos de balón. Manejó los tiempos del equipo con criterio y condujo muy bien a la Argentina. Es lo que se esperaba de él ante la ausencia de "Pepe" Sánchez.
Román González: fundamental en este grupo, aportando defensa, corazón y ayudando en la ofensiva a Scola, para quitarle marcas. También fue confiable cuando le llegaba la pelota a la pintura, jugando el uno contra uno o siendo un jugador más para la rotación de la pelota.
Diego Logrippo: determinante cada vez que le tocó entrar. Creando sus propias situaciones de gol e ingeniárselas para jugar en la pintura a pesar de su baja estatura. Clave en el triunfo ante Panamá en la Primera Fase del torneo. Cumplió un gran papel.
Juan Gutiérrez: el que menos jugó del plantel pero cuando le tocó hacerlo, cumplió con mucha defensa, entrega y determinación.
Antonio Porta: base fiable en la conducción, dándole descanso a Prigioni. Tal vez, por momentos, se lo notó pasado de revoluciones e incluso jugarse la individual antes que armar la ofensiva pero dio muchos resultados estando en cancha formando doble base con Prigioni.
Carlos Delfino: cumplió, aunque se esperaba mucho más en cuanto a liderazgo y determinación en la ofensiva. No tuvo buenos porcentajes en sus lanzamientos, parte producto de la buena defensa y parte también por la mala selección de tiro pero pudo reemplezarlo por mucha defensa, siendo el líder de robos del torneo, y creando situaciones de gol para sus compañeros.
Martín Leiva: otro que jugó poco, pero que cuando lo hizo demostró temperamento, determinación y gran defensa, sobre todo jugando contra Estados Unidos en el partido que cerró la Segunda Fase.
Leonardo Gutiérrez: importantísimo en este grupo por liderazgo y emblema de la Selección pero que en este torneo cumplió un papel protagónico en cuanto a ofensiva y defensiva, imponiendo respeto sobre sus defensas y siendo sumamente certero con su tiro exterior (42% en T3).
Paolo Quinteros: el tirador del equipo, el 6º hombre que aportó muchísimas soluciones con su tiro desde los 6m25 pero que le sumó defensa, entrega y variantes al juego de Argentina. Su 42,9 % lo abalan.
Matías Sandes: decisivo a la hora de defender, alternando la titularidad con Kammerichs en el puesto de alero. No desentonó cuando se enfrentó con grandes jugadores como Lebrom James o Leandro Barbosa. Posiblemente se esperaba más protagonismo ofensivo aunque en semis contra Brasil, arrancó derecho con el aro para encaminar al equipo.
Federico Kammerichs: mucho corazón y hambre de minutos de juego. Lo mejor del "Yacaré" se vio contra Brasil en semifinales, aportando rebotes, tapones asombrosos y mucha entrega. Su deficit sigue siendo su tiro exterior pero aportó muchísimo desde el banco de suplentes.
Sergio Hernández (DT): el "Oveja", muy cuestionado en la previa del torneo, puede quedarse tranquilo porque hizo un trabajo formidable, acertando en los cambios y en el trabajo pos partido para corregir errores. Gran torneo y motivador, para sacarle el jugo a cada uno de los jugadores. Posiblemente y para tener en cuenta, habría que hacer mucho incapíe en el aspecto defensivo.
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